Hoy se levanta el día nublado, pero confiamos en que se vaya despejando a lo largo de la mañana.
Nada más salir de Cordiñanes nos encontramos con el Mirador del Tombo:
El camino de Cordiñanes a Caín discurre junto al río Cares, aunque de vez en cuando va por la misma carretera que une los pueblos.
Al llegar a Caín nos tomamos un café en Casa Cuevas. Lástima que no sea aún la hora de comer, porque está preparando las brasas y da hambre nada más pensar en lo bueno que debe estar aquí el cabrito asado.
Vista del valle del Cares desde Caín:
La senda del Cares
Tras unas 4 horas llegamos a Poncebos y, después de la correspondiente ducha, hacemos tiempo hasta la cena inflándonos de queso de cabrales. (Al final esto se va a convertir en turismo gastronómico
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